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sábado, 4 de julio de 2009

EL NUEVO HOMBRE HORMIGA


¡Vaya genio es Stan Lee!, pensarán ustedes. El tipo inventó medio Universo Marvel como si tal cosa: Fantastic Four, Avengers, X-Men, Iron Man, Spider-Man, Ant-Man… ¿Ant-Man? Sí, Ant-Man.

Reconózcanlo, hay que ser un genio para crear un superhéroe cuyo único poder es convertirse en un tipo diminuto y hablar con las hormigas. Lo malo es que los genios no suelen ser reconocidos, así que Ant-Man tuvo mínima aceptación entre los lectores. Tal vez por eso, el pobre superhéroe tuvo más cambios en apenas tres años que otros en toda su vida: le salió una novia llamada la avispa, se convirtió en el Giant Man, luego en Goliat, luego en Yellow Jacket (que significa abeja, pero que algún lumbreras tradujo literalmente) e incluso tuvo un ayudante negro que tomó el relevo siendo Black Gloliath durante los años de la blaxplotation. Vamos, que el personaje era una birria.

Los intentos de dar una serie a Ant-Man (llamada The Irredeemable Ant-Man) siempre han acabado en fracaso de ventas. Es normal: ni sus poderes son sorprendentes, ni las tasas de criminalidad del mundo de los insectos son tan altas como para requerir de un superhéroe.
El último intento de darle serie ha sido, una vez más, un fracaso de ventas. No obstante, sorprendentemente, esta vez ha contado con unos guiones inteligentes, divertidos y totalmente originales.

Firmados por Robert Kirkman (guionista de la genial serie Invencible y de la inquietante The Walking Dead), los guiones de Ant-Man han sido un ejemplo de cómo contar una historia haciendo al lector pasar un buen rato, robando una sonrisa con cada aventura, sorprendiendo con ideas originales y a la vez siendo fiel a una tradición y a una continuidad.

La trama nos emplaza en SHIELD, ese grupo de superespías que ayudan a mantener el mundo a salvo. Allí, un patán mentiroso, cobarde e inepto con las mujeres llamado Eric O’Grady vive a la sombra de su mejor amigo, soñando con una vida de acción y aventuras que ni puede ni se atreve a tener. La casualidad le llevará a robar un traje de Ant-Man creado por Henry Pym, a ser perseguido por SHIELD al completo, y a buscar su lugar en un mundo poblado de superhéroes.

Sin embargo, O’Grady está muy lejos de ser un superhéroe: está salido, le gusta el dinero fácil, mentiría a su propia abuela y, encima, carece de toda moral. No es que sea un villano, simplemente es un tipo algo marrullero y tramposo. Nos encontramos, por lo tanto, con un héroe que no tiene nada de heroico y con unos villanos que dan más pena que otra cosa. Un tipo que de hecho, en algunas ocasiones, nos cae tremendamente mal, y en otras se nos antoja terriblemente parecido a nosotros. En otras palabras, es una persona más o menos normal intentando sobrevivir en un mundo de héroes que le viene grande.

A las divertidas situaciones que Kirkman nos presenta (carreras de hormigas, observar en forma diminuta a las chicas en la ducha, robar a los ladrones, hacerse amigo de supervillanos…) se suma un guión muy bien estructurado, donde la historia se presenta por medio de flashbacks, y cada capítulo nos lo presenta una hormiga que, con humor y un poco de mala leche, nos recuerda lo ocurrido hasta el momento.

Los personajes del Universo Marvel que aparecen no dejan de sorprendernos: Henry Pym, Dum Dum Dugan, Damage Control, Black Fox… tipos que han ido cayendo en un tenue olvido y, por ello, podrían parecernos aburrido o pasados de moda, pero que en las manos de Kirkman están totalmente revitalizados.

Pero si Ant-Man es tan divertido y está tan bien escrito (me he leído 7 números de un tirón, y me he quedado con ganas de más), ¿por qué se ha cancelado la colección tras 12 números?

Según declaró Kirkman a la web de cómics Newsarama, el problema de trabajar con el Universo Marvel es que, si tu serie no toca continuamente dicho universo, no participa en los crossovers, introduce giros que afectan a otras series, etc., no puedes contar con excesivos seguidores. Y aunque tuvo la posibilidad de meter personajes invitados, como Wolverine o Punisher, en palabras de Kirkman: “si la serie moría o vivía, debía hacerlo por sus propios méritos.”

Nuevamente, nos encontramos con un personaje divertido, diferente, que puede deleitar tanto al lector fiel de Marvel como a aquel que sólo busca una lectura amena y esporádica. Dicho de otra manera: si podéis, no os perdáis esta serie, os lo pasaréis en grande sin necesidad de seguir tediosos crossovers.

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