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martes, 28 de julio de 2009

EN CATÁLOGO: BIBLIOTECA CARL BARKS



Autor: Carl Barks & otros

Género: Funny animals

Editorial: Planeta DeAgostini

Publicación: 2008 (recopilando historias originalmente publicadas entre 1942 y 1943)

Encuadernación cartoné, 268 páginas

Catálogo Tebeoteca: Consíguelo aquí.



¿Quién no conoce a los personajes de Disney? ¿Quién no ha crecido viendo al ratón Micky, al pato Donald, a Goofy o a Pluto? Los personajes de Walt Disney son, desde hace ya casi un siglo, parte de nuestra cultura popular, da igual de la parte del mundo que seamos (valga como ejemplo Osamu Tezuka, uno de los padres del manga, que bebió tremendamente del estilo de Disney a la hora de plasmar sus dibujos, introduciendo la tradición de dibujar a los personajes con grandes ojos.)


Tan asentados están estos personajes que, al volver la vista atrás, parece mentira que hubiese una época en la que éstos aún no eran mundialmente famosos, y sus historias aún estaban por desarrollar. Pero a comienzo de los años 40, Donald era un personaje aún joven y sin explotar, creado por el joven animador Dick Lundy hacía menos de una década para el corto The Wise Little Hen (La gallinita sabia). A diferencia de Micky, mucho más popular tanto en la pantalla como en los cómics, Donald era un divertido cascarrabias que apenas había sido explotado.


Fue justamente en los comic books donde Donald tuvo la oportunidad de alcanzar la fama. De la mano de un ilustrados ya adulto, Carl Barks, Donald comenzó a vivir una serie de aventuras a través de las viñetas que le convirtieron no sólo en un personaje tan popular como Mickey, sino que además desarrolló un universo propio: sus sobrinos, el tío Gilito, los Golfos Apandadores y un sinfín de secundarios más.



Ahora la Tebeoteca ofrece a los miembros de la comunidad universitaria gaditana la posibilidad de leer las primeras historias del pato Donald de Carl Barks, en un tomo de lujo que recupera todo el sabor de las aventuras clásicas de Disney, además de incluir una breve reseña biográfica a cargo de Alfons Moliné, que en apenas cuatro páginas pone de manifiesto las obras clave y los detalles más importantes del maestro de ilustradores que fuera Barks.


El tomo da comienzo con la historia “Pluto salva el buque”, un relato simple y muy rápido de leer, que muestra la habilidad de Barks para convertir una anécdota en una divertida aventura. Tras dicho aperitivo, llega el plato realmente fuerte: “El tesoro del pirata”, una aventura en el sentido amplio de la palabra, en la que encontramos por primera vez a los sobrinos de Donald; originalmente, esta historia iba a ser una película de animación, pero los recortes de presupuestos y la necesidad de hacer producciones patrióticas dejaron el guión en dique muerto, hasta que Barks lo redescubrió y lo adaptó majestuosamente, plasmando con un trazo simple y pulido una auténtica epopeya de casi 70 páginas… ¡¡un tamaño inusual para la época!! A continuación, siguen historias más breves pero igualmente divertidas y originales: “Huertos y entuertos”, “El espantatiburones”, “El anillo de la momia” y un buen puñado de historietas más.


Barks fue un soplo de aire fresco en el mundo del comic book. Mientras la mayoría de los artistas que contaban historias basadas en personajes de animación se conformaban con imitar lo que ofrecían las salas de cine, este maestro de la imagen desarrolló un estilo personal, donde guión y dibujo correrían de su cuenta, la imagen cobraría importancia frente al texto (posiblemente por su experiencia como animador de dibujos animados) y los guiones siempre buscarían innovar, no conformándose nunca con explotar las ideas de otros artistas.


Por todo ello, la Biblioteca Carl Barks es una pequeña joya que recupera un clásico inigualable, pero tan divertido y bien realizado que puede ser leído más de medio siglo después sin por ello perder un ápice de su humor.


Recomendado: Para aquellos que quieran recuperar un fragmento de su niñez, pasar un buen rato leyendo una historia entretenida pero sin complicaciones, o simplemente descubrir cómo eran los cómics de los años 40.


Y si te gusta: No te pierdas la biografía del artista llamada Carl Barks (Un viento ácrata) de Alfons Moliné, también en la Tebeoteca de la UCA.

jueves, 23 de julio de 2009

CATÁLOGO DE LA TEBEOTECA

En varias ocasiones habéis solicitado un catálogo para saber qué tebeos y libros teóricos están disponibles en la Tebeoteca, y así no ir buscando a ciegas.

Tenéis dos opciones, o entráis en la página web de la Biblioteca de la Universidad de Cádiz y buscáis por la palabra clave “Tebeoteca” o pulsáis la imagen que tenéis en la columna de la derecha (la estantería de cómics) titulada “Catálogo de títulos”.

Y recordad que si reserváis un tebeo, la Tebeoteca os lo envía a la Facultad a la que estéis adscritos. Y ahora, ¡A leer!

sábado, 18 de julio de 2009

CÓMO RECIBIR LOS LIBROS EN TU FACULTAD

Para sacar material de la Tebeoteca tenéis dos opciones.


La primera es acudir a la Biblioteca del Campus de Puerto Real, donde podréis retirar cualquier obra en préstamos si sois miembros de la Universidad de Cádiz, o leerla en la zona de descanso (con cómodos sofás, todo sea dicho de paso) en caso de no ser miembros de la comunidad universitaria.


La otra opción que tenéis, sólo si tenéis carnet de biblioteca de la UCA, es reservarlo por Internet y que os lleven el material directamente a vuestra facultad. ¿Cómo podéis hacerlo? Muy simple:


1º) Entras en web de la UCA, área de Biblioteca. http://www.uca.es/area/biblioteca


2º) Buscas por el nombre del autor o de la obra, y te aparecerán los materiales disponibles; por ejemplo, yo podría buscar por “Biblioteca Carl Barks” o “Carl Barks”, obteniendo los mismos resultados de ambas maneras.


3º) Pulso la obra que me interesa y me sale una descripción más detallada de la misma. En el margen izquierdo de la pantalla, pulso la primera opción que me aparece: “Reservar” (ver la imagen de abajo).



4º) Me aparece una orden de confirmación, y pulso “submit”. Automáticamente aparece un aviso que me indica a qué facultad se me enviará el material.



5º) Pasados unos días, en cuanto la obra les llegue, la biblioteca de dicha facultad te enviará un mail para que pases a recoger la obra.


jueves, 9 de julio de 2009

MARVEL 2099

La industria del cómic estadounidense tuvo un crecimiento desmedido a comienzos de los años 90; crecimiento que acabaría pasándole factura no mucho después. Fueron años de especulación, con la aparición de docenas de nuevas editoriales y cientos de nuevos cómics que, en la mayoría de los casos, desaparecieron rápidamente en el olvido.

Marvel Comics, una de las grandes editoriales de entonces y de hoy, lanzó una línea de cómics ambientada en el futuro, concretamente en el año 2099. Mezclando los géneros superheroicos y el cyberpunk logró mostrar una espeluznante visión del futuro, en el que todo estaba privatizado y en el que los superhéroes luchaban no contra villanos disfrazados, sino contra ejecutivos de las megacorporaciones.

Aunque el proyecto murió apenas cinco años después de nacer, son muchos los aficionados que recuerdan con cariño aquellas aventuras. En el quince aniversario de la aparición de aquellos cómics, la web Bibliópolis publicó un artículo titulado 2099: Un vistazo artístico y comercial a los cómics cyberpunk de Marvel Comics, que aquí os dejo para quienes tengáis interés.

sábado, 4 de julio de 2009

EL NUEVO HOMBRE HORMIGA


¡Vaya genio es Stan Lee!, pensarán ustedes. El tipo inventó medio Universo Marvel como si tal cosa: Fantastic Four, Avengers, X-Men, Iron Man, Spider-Man, Ant-Man… ¿Ant-Man? Sí, Ant-Man.

Reconózcanlo, hay que ser un genio para crear un superhéroe cuyo único poder es convertirse en un tipo diminuto y hablar con las hormigas. Lo malo es que los genios no suelen ser reconocidos, así que Ant-Man tuvo mínima aceptación entre los lectores. Tal vez por eso, el pobre superhéroe tuvo más cambios en apenas tres años que otros en toda su vida: le salió una novia llamada la avispa, se convirtió en el Giant Man, luego en Goliat, luego en Yellow Jacket (que significa abeja, pero que algún lumbreras tradujo literalmente) e incluso tuvo un ayudante negro que tomó el relevo siendo Black Gloliath durante los años de la blaxplotation. Vamos, que el personaje era una birria.

Los intentos de dar una serie a Ant-Man (llamada The Irredeemable Ant-Man) siempre han acabado en fracaso de ventas. Es normal: ni sus poderes son sorprendentes, ni las tasas de criminalidad del mundo de los insectos son tan altas como para requerir de un superhéroe.
El último intento de darle serie ha sido, una vez más, un fracaso de ventas. No obstante, sorprendentemente, esta vez ha contado con unos guiones inteligentes, divertidos y totalmente originales.

Firmados por Robert Kirkman (guionista de la genial serie Invencible y de la inquietante The Walking Dead), los guiones de Ant-Man han sido un ejemplo de cómo contar una historia haciendo al lector pasar un buen rato, robando una sonrisa con cada aventura, sorprendiendo con ideas originales y a la vez siendo fiel a una tradición y a una continuidad.

La trama nos emplaza en SHIELD, ese grupo de superespías que ayudan a mantener el mundo a salvo. Allí, un patán mentiroso, cobarde e inepto con las mujeres llamado Eric O’Grady vive a la sombra de su mejor amigo, soñando con una vida de acción y aventuras que ni puede ni se atreve a tener. La casualidad le llevará a robar un traje de Ant-Man creado por Henry Pym, a ser perseguido por SHIELD al completo, y a buscar su lugar en un mundo poblado de superhéroes.

Sin embargo, O’Grady está muy lejos de ser un superhéroe: está salido, le gusta el dinero fácil, mentiría a su propia abuela y, encima, carece de toda moral. No es que sea un villano, simplemente es un tipo algo marrullero y tramposo. Nos encontramos, por lo tanto, con un héroe que no tiene nada de heroico y con unos villanos que dan más pena que otra cosa. Un tipo que de hecho, en algunas ocasiones, nos cae tremendamente mal, y en otras se nos antoja terriblemente parecido a nosotros. En otras palabras, es una persona más o menos normal intentando sobrevivir en un mundo de héroes que le viene grande.

A las divertidas situaciones que Kirkman nos presenta (carreras de hormigas, observar en forma diminuta a las chicas en la ducha, robar a los ladrones, hacerse amigo de supervillanos…) se suma un guión muy bien estructurado, donde la historia se presenta por medio de flashbacks, y cada capítulo nos lo presenta una hormiga que, con humor y un poco de mala leche, nos recuerda lo ocurrido hasta el momento.

Los personajes del Universo Marvel que aparecen no dejan de sorprendernos: Henry Pym, Dum Dum Dugan, Damage Control, Black Fox… tipos que han ido cayendo en un tenue olvido y, por ello, podrían parecernos aburrido o pasados de moda, pero que en las manos de Kirkman están totalmente revitalizados.

Pero si Ant-Man es tan divertido y está tan bien escrito (me he leído 7 números de un tirón, y me he quedado con ganas de más), ¿por qué se ha cancelado la colección tras 12 números?

Según declaró Kirkman a la web de cómics Newsarama, el problema de trabajar con el Universo Marvel es que, si tu serie no toca continuamente dicho universo, no participa en los crossovers, introduce giros que afectan a otras series, etc., no puedes contar con excesivos seguidores. Y aunque tuvo la posibilidad de meter personajes invitados, como Wolverine o Punisher, en palabras de Kirkman: “si la serie moría o vivía, debía hacerlo por sus propios méritos.”

Nuevamente, nos encontramos con un personaje divertido, diferente, que puede deleitar tanto al lector fiel de Marvel como a aquel que sólo busca una lectura amena y esporádica. Dicho de otra manera: si podéis, no os perdáis esta serie, os lo pasaréis en grande sin necesidad de seguir tediosos crossovers.