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lunes, 26 de abril de 2010

NO TODO ES JAUJA EN EL PAÍS DEL MANGA

Algo está fallando en el mercado del cómic español, y posiblemente sea el mismo error que venimos cometiendo desde hace varias décadas: el mercado se centra en un determinado sector de la población y parece atrincherarse, incapaz de encontrar nuevos públicos.


En los últimos meses se ha hecho patente que las dos obras clásicas Survival y Breakdown, ambas del artista Takao Saito, han fracasado estrepitosamente a pesar de su gran calidad. A esto vienen a sumarse otros fracasos como el de Meteoro, otra obra clásica que no terminó de cuajar.


¿Qué ha pasado? Obviamente nadie espera que obras con veinte y hasta treinta años a sus espaldas sean un éxito de ventas absoluto, pero realmente confunde que los lectores no hayan mostrado el más mínimo interés. En el caso de Meteoro es doblemente sorprendente si tenemos en cuenta que ha habido una película de por medio, cosa que siempre ayuda a subir las ventas.


Es posible que se combinen varios factores, como el hecho de que Takao Saito es bastante poco conocido en nuestro país (su obra más conocida, Golgo 13, apareció fugazmente en una recopilación de sus mejores historietas por parte de Glenat) y que apenas hay público para los mangas clásicos. Osamu Tezuka parece disfrutar de buena salud, pero toda obra anterior a los años 90 se enfrenta al peligro de la cancelación, como recientemente le ha sucedido a la edición catalana de Kimagure Orange Road.


Esto puede que sorprenda a muchos lectores, pues en este país a una gran cantidad de aficionados al manga. Sin embargo, hay que tener en cuenta que la oferta no sólo es muy grande, sino que tenemos un público mayormente adolescente que no muestra el más mínimo interés por las obras clásicas, que posiblemente ni siquiera las entienda ni disfrute de su estilo de dibujo.


Nos topamos, pues, con una industria que nuevamente tira de los lectores adolescentes, pero que no parece preocuparse por qué pasará dentro de unos años, cuando esos lectores crezcan y se aburran de ese tipo de obras. Se confían en que a los adolescentes les seguirá gustando el manga, pero eso es un gravísimo error: hubo una época en la que todos los adolescentes leían las aventuras de Spider-Man, Batman y otros superhéroes americanos, y sin embargo hoy la mayoría no saben ni que existen cómics de dichos personajes, a los que sólo conocen por el cine o los videojuegos.


La culpa no es de las pequeñas editoriales que han arriesgado y no han obtenido los resultados deseados, claro, sino de las grandes que parecen ignorar que el manga japonés no nació ayer. Sólo Glenat parece ser consciente de que existe un público adulto y publica obras de enorme calidad, aunque ciertamente con cuentagotas.


Al final, como de costumbre, los clásicos quedan olvidados para que obras de segunda división que nadie recordará dentro de diez años tengan su hueco en las estanterías.

jueves, 22 de abril de 2010

LA TEBEOTECA EN EL X SALÓN DEL MANGA (2 de 2)

De las muchas actividades de los diferentes salones del manga, la más vistosa es sin lugar a dudas el cosplay, es decir, disfrazarse e incluso actuar como uno de los personajes de tu película, serie televisiva o historieta favorita.


Los compañeros y compañeras de la Tebeoteca no quisimos pasar la oportunidad de fotografiarnos con cuantos personajes pudiésemos, desde aquellos basados en videojuegos más recientes...


A la izquierda, nuestros compañeros Isaac y Salva.

...hasta aquellos ambientados en los clásicos de los años 70 y 80:


En el centro, el abajo firmante.


Sin olvidar, por supuesto, a personajes de teleseries...


Nuestra compañera Rebeca, a la izquierda, que acudía a su primer salón.


Nuevamente Isaac, disfrutando junto a su personaje favorito de Evangelion.


...o de películas:

Nuestros compañeros Salva y Cristina, acompañados nada menos que por Indiana Jones.



Y nuevamente Salva, esta vez junto a los superhéroes de Kick Ass.



Pilar, acompañada de la Sombrerera Loca y Alicia.


Además de los increíbles disfraces que te podían hacer en el propio salón, empleando solamente pintura corporal:



Y por supuesto, todavía quedaba espacio para quienes preferían adoptar trajes típicos y no tan típicos japoneses:


Pilar y Rafa, este último disfrazado de heavy.



En resumidas cuentas, un espectáculo visual que sin duda es un placer contemplar.


CLÁSICOS OLVIDADOS: HERENCIA DE ODIO

El mundo de la historieta es demasiado grande como para conocerlo todo. Muchos países, muchos géneros y muchos años de publicación nos obligan a pasar por alto pequeñas obras maestras que, sin ser revolucionarias ni famosas, demuestran el buen hacer de los artistas.



“Herencia de odio” fue una historia publicada en el Annual (un cómic más grande de lo habitual, que usualmente contenía una historia autoconclusiva) que se dedicó en 1994 al Capitán América. La historia estaba escrita por el veterano Roy Thomas, que demostraría su increíble habilidad y su amor a las historias clásicas en este cómic, y el apartado gráfico corría a cargo de Arvell Malcolm Jones, otro artista veterano aunque con un estilo de dibujo que, al menos en esta ocasión, descuadraba un poco.


La trama empieza como cualquier otro cómic de superhéroes. El malvado supervillano nazi Cráneo Rojo está robando una caja fuerte, cuando de repente irrumpe el Capitán América, dispuesto a detenerle. Tras una lucha despiadada, el villano huye dejando atrás a todos sus secuaces y se deja llevar por sus recuerdos.


Cráneo Rojo recuerda los últimos días del Tercer Reich, cuando Hitler en persona le pidió que guardase algo muy importante para él. En aquel momento, Berlín estaba a punto de caer, y el Capitán América, El Patriota y El Espíritu del ’76 ayudaban al superhéroes comunista Guardián Rojo a limpiar la capital alemana de enemigos. Un clarísimo homenaje de Thomas a los personajes que él mismo creara más de dos décadas atrás, y que le permitió volver a contar una divertida historia de la Segunda Guerra Mundial, en la que los héroes logran detener al Cráneo Rojo pero la misteriosa caja entregada por Hitler se pierde en mitad de las ruinas.

Cráneo Rojo deja atrás sus recuerdos y se centra en lo que ha robado: un libro, el diario de Guardián Rojo, cuya lectura espera que le conduzca a recuperar la caja que tan importante era para Hitler.


A través de los recuerdos del superhéroe soviético descubrimos cómo Stalin lanza varios soldados con superpoderes contra EE UU, sólo para ser vencidos por un nuevo Capitán América. En esta ocasión, el homenaje se refiere a los cómics del héroe abanderado de los años 50 y a la reaparición que hizo en los años 70.



La parte final del a historia nos lleva a ver cómo Cráneo Rojo llega al lugar donde estás escondida la caja. Espera encontrar planos de algún arma secreta que no dio tiempo a ser desarrollada, pero no le da tiempo de descubrir la verdad, por el Capitán América reaparece en el último momento. Tras una lucha a muerte, Cráneo Rojo cae al vacío y la caja se abre, soltando su contenido: las primeras pinturas de Hitler, algunos de sus primeros manuscritos, fotografías de su juventud... sus más preciadas posesiones, sus recuerdos del pasado.



La historieta termina con el Cráneo Rojo, que ha sido quien nos ha estado narrando los hechos, recordándonos que, a pesar de haber caído hacia una muerte casi segura... ¿cómo podría estar contándonos la historia si realmente hubiese muerto? Un divertido guiño al lector que concluye un divertido guiño a cinco décadas de historia del Capitán América. Un cómic que nadie recuerda, pero que se disfruta de la primera a la última página.

miércoles, 21 de abril de 2010

LA TEBEOTECA EN EL X SALÓN DEL MANGA (1 de 2)

El pasado fin de semana se celebró en Jerez el X Salón del Manga, un encuentro habitual entre los aficionados a la cultura japonesa, y que la Tebeoteca no quiso dejar de visitar a lo largo de sus tres días de duración.


Puesto que las instalaciones del IFECA son enormes, los asistentes podían tener acceso a una cantidad ingente de tiendas, actividades y demostraciones que hacían que los 3 € que costaba la entrada valiesen la pena. Así, uno se encontraba negocios de lo más variopintos, como podía ser una tienda que te confeccionaba marca páginas personalizados con caligrafía japonesa:


Aunque obviamente también se podía acudir a las tiendas más típicas, las que venden ropa, muñecos, juegos y mangas. Allí se encontraba el bueno de Francisco, de la gaditana Leviatán:


Entre los juegos en los que se podían participar estaban algunos realmente clásicos, como el go, un juego tradicional de tablero que ha despertado el interés de una gran cantidad de occidentales en los últimos años:



Aunque no podían faltar actividades más comunes, como los videojuegos, pudiendo disfrutar desde los más famosos hasta algunas auténticas rarezas, como un videojuego cuyos mandos eran botones gigantes que se encontraban en el suelo, y que debías pisar simulando el baile del para para.



También había juegos de preguntas, donde se jugaba por equipos y en los que un maestro de ceremonias comprobaba los conocimientos (o ausencia de los mismos) que los concursantes tenían sobre temas como historia, geografía o actualidad:



También podían encontrarse juegos un poco extraños, como el que abajo mostramos, donde los participantes eran envueltos en colchones y tenían que derribarse unos a otros, poniendo a prueba la agilidad y el equilibrio, aunque la suerte también jugaba un papel importante:



Y, ya para finalizar, también encontramos las demostraciones. De entre las muchas que había, nos sorprendió esta de kendo (esgrima), en la que los participantes llevaban incluso los trajes tradicionales japoneses:



Por supuesto hubo muchas más actividades, desde concursos de cosplay (disfraces), pasando por karaoke, baile, cocina japonesa y mucho, mucho más.


jueves, 15 de abril de 2010

SALÓN DE L MANGA DE JEREZ


Si hace unos días comentábamos la experiencia de una de nuestras compañeras en el Japan Weekend (¿por qué le ponen el nombre en inglés si el evento es japonés?) de Jerez, este fin de semana acudiremos al Salón Manga de la misma ciudad.


Por supuesto nos llevaremos la cámara, y dejaremos constancia de los mejores disfraces y los más curiosos personajillos que encontremos.

domingo, 11 de abril de 2010

ASÍ FUE EL JAPAN WEEKEND. Por Alicia Guardeño

El Japan Weekend que acaeció en 26, 27 y 28 de Marzo fue uno de esos eventos que prometían demasiado para ser verdad, y así fue.


Voy el sábado con mis amigos y la primera impresión que tenemos es que las taquillas estaban prácticamente vacías, no había nadie en las afueras de IFECA. Demasiado extraño en un sábado que encima era fiesta, con eso presagiamos lo que nos esperaba ya dentro. Pero éramos unos cuantos, no teníamos nada que hacer y ya que habíamos hecho el camino pagamos nuestra entrada. Esta valía el precio que te indicaban en la web, 5 €, sin embargo no dieron el regalo que prometían con la entrada (un manga de regalo) y sólo nos regalaron un abanico de Telepizza... dudo bastante que con la poca afluencia de gente se hubieran acabado las existencias de los mangas de regalo.


A pesar de todo, entramos...



...Y nos encontramos lo que en resumidas cuentas es “cómo unas jornadas, pero sin gente”. Apenas había nadie paseándose dentro del recinto, sólo ocupaban uno de los lados del IFECA, con lo cual era muy pequeño (aunque parecía más grande por estar casi vacío) y encima era penoso constatar que así y todo había una pésima organización. Por poner un ejemplo, el stand de información estaba al final recinto, en vez de a la entrada, donde los que entrasen pudieran ir consultando.


Algunas actividades se vieron afectabas por la desorganización, pero al menos nos hicieron más agradable la velada a mis amigos y a mí. Estas son las que vimos:


-El stand de karaoke (un entablillado bajito, el típico que se usa en jornadas) estaba vacío, con lo que dudo que se celebrarán los concursos de karaoke y cosplay (que dio tanto de que hablar por su premio, que era un viaje a Japón para una persona). No pude ver en persona si al final se celebraron o no, porque nosotros estábamos en los talleres e información no dijo nada al respecto.


-Los talleres, a mi gusto lo mejor del Japan Weekend, fueron lo único que apenas se vieron afectados, hubo algunos pequeños problemas como el taller improvisado de talleres de fieltro que no estaba en la programación, y al final no hubo taller de origami. El taller de Hama Beads (figuras pixeladas) y de chapas fue lo más entretenido que hubo de entre todos, aunque no faltaron clásicos como el de teru-teru (muñecas de papel), bastante típico en los salones. Lo más pesado de todos los talleres era que tenías que inscribirte previamente en información a TODOS los talleres, lo cual dificultaba a los espontáneos que se sumaran a los talleres, pero en algunos de ellos los organizadores fueron permisivos y dejaron que se uniera gente que no se había inscrito.


-No presencié ninguna de las charlas, y aunque quería haber visto alguna, al final preferí quedarme en los talleres. Aún así, como los talleres estaban al lado del stand de conferencias, pude ver que había bastante gente (para la poca gente que había en el recinto, se entiende) en las charlas, sobre todo la que hablaba sobre los viajes a Japón.


-También hubo varios torneos de juegos de cartas, pero como estaban organizadas por la tienda PvP, estaban desligados de la organización del evento.




Ya por último, comentar que después de los talleres nos paseamos por las tiendas y, aunque sea contradictorio, disfrutamos de la baja asistencia porque pudimos mirar con tranquilidad los productos de los diferentes negocios. Para las personas más compradoras (como yo) fue un indicio del tipo de merchandising que habrá este año en el salón del manga.

Para resumir la experiencia, me quedo con la anecdótica frase de Fran, de la tienda de comics Leviatán: “Ayer viernes fue triste, hoy sábado es lamentable”.