Nuestro compañero Javier Macías está estudiando este año en Bélgica, y nos cuenta en un e-mail cómo son las diversiones en la pequeña ciudad donde vive. Es especialmente interesante ver como las diferencias del clima favorecen mucho más la lectura. También es curioso ver cómo, en un país cuatro veces más pequeño (en población) que España, la industria de la historieta florece sin necesidad de inyecciones de cómic americano ni manga japonés, aunque obviamente lo hay:
La verdad es que en Bélgica hay muchísimo para hacer, pero casi todo el ocio está orientado a las casas por el tema del frío y la lluvia, todo cierra muy temprano, a eso de las 18,30. Se va mucho al cine, de hecho yo mismo voy bastante, y desde luego los bares tienen una gran variedad de cervezas, que no dudo en probar una a una. Pero no es como en Cádiz, que por aquello del buen tiempo invita a que se haga la vida en la calle.
Por el contrario, en Bélgica hay muchísimas librerías, siempre llenas todas, y en la Fnac siempre hay colas para pagar, con gente que se lleva los libros de 10 en 10, además de películas, música, juegos, etc. También hay muchas tiendas donde venden historietas, aunque la mayoría son de los llamados BD, que no me gustan mucho. Por lo general lo que más se estila es el ocio en casa.
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