A continuación incluimos una reseña del Almanaque de mi padre originalmente publicada en El lector impaciente, del amigo Pablo:
Dentro del manga, y del cómic en general, hay multitud de corrientes y modas, autores clónicos de otros que practican un dibujo despersonalizado que ni cuenta ni transmite. Sin embargo, también hay autores que escapan de cualquier tipo de etiqueta para seguir su propio camino y demostrar las posibilidades –infinitas- del medio que han elegido para expresarse. Entre estos últimos, uno de los más interesantes es Jiro Taniguchi, un autor personal e inclasificable dispuesto a ofrecernos desde su particular mirada historias costumbristas, cercanas y cotidianas cargadas de sensibilidad y que se comunican con lo más hondo de cualquier lector más allá de su cultura y formación, con más grandeza quizás que aquellas que explotan una épica hueca. Todos esos elementos se unen en El almanaque de mi padre.
En esta obra, Taniguchi nos cuenta la historia de cómo Youichii, un joven fotógrafo japonés debe trasladarse desde Tokyo a su pueblo natal para el entierro de su padre. En el tradicional velatorio japonés en el que los familiares y amigos del difunto celebran un banquete en su honor. Youichi irá descubriendo a través de los testimonios de los asistentes cómo su padre fue una persona muy diferente a la que él recordaba y, como su visión infantil, deformó la figura paterna achacándole la responsabilidad del divorcio de sus padres y el abandono del hogar de esta.
Taniguchi muestra una capacidad innata para mantener el ritmo y la atención del lector mediante una meticulosa planificación de la historia, dividiéndola en capítulos a través de los que describe de manera gradual el cambio de actitud del protagonista respecto a su padre difunto, alternando la narración entre el pasado y el presente con cuidados y largos flashbacks y fluidas transiciones. El estilo de Taniguchi resulta evocador y poético –proustiano, por momentos, sobre todo en la imagen del primer capítulo del niño rememorando su primer recuerdo junto a su padre- utilizando el cuadro de texto para acentuar la evocación introspectiva en primera persona del protagonista y complementar la narración gráfica sin solaparla. A nivel gráfico, Taniguchi se muestra como un dibujante realista de trazo fino y claro, con un excelente dominio de la figura humana sin descuidar ningún detalle en ningún momento logrando un cómic sobresaliente.
El almanaque de mi padre es la obra más conocida y premiada de Jiro Taniguchi. En España ha contado con dos ediciones por parte de Planeta ninguna de las cuales se encuentra a la altura de las excelencias que esta obra merece. La primera de hace unos años fue en tres volúmenes de tapa blanda dentro de