A principios de los años 90, en plena crisis del cómic estadounidense, las librerías españolas comenzaron a llenarse de historietas japonesas. Los primeros mangas se apoyaban en éxitos televisivos como Dragon Ball, Ranma ½, Sailor Moon o Caballeros del Zodíaco, entre otros. Y aunque muchos de aquellos primeros lanzamientos no lograron el éxito deseado, otras series y otros personajes fueron abriéndose paso y conquistando cada vez mayor espacio en las estanterías. Quince años después, lo que algunos calificaron como una moda es, se mire como se mire, todo un fenómeno social.
Hoy, numerosas editoriales publican todo tipo de historietas japonesas, desde las más subidas de tono, pasando por los éxitos televisivos, hasta llegar a historietas para niños y niñas. Sin embargo, la mayoría de estas editoriales parecen obsesionadas con lanzar productos modernos y actuales, algunas veces a costa de ofrecer al público material de muy dudosa calidad. Por lo tanto, la política de la editorial Glénat de recuperar clásicos es todo un soplo de aire fresco para una afición que sabe mucho del manga actual, pero apenas nada de las obras maestras anteriores a los años 90.
Glénat, que ya recuperara buena parte de la obra de dos gigantes del manga como son Osamu Tezuka y Rumiko Takahashi, se lanza ahora a recuperar a uno de los grandes maestros de los 80, Izumi Matsumoto, creador del manga Kimagure Orange Road (KOR), que en España también se conoció como Johnny y sus amigos.
Popularizada en España merced de una serie televisiva que sufrió una tremenda censura, realmente innecesaria puesto que Matsumoto nunca desnudó a sus personajes ni introdujo diálogos subidos de tono (aunque sí se hacían menciones bastante inocentes a besos y caricias, y la doble moral televisiva no podía permitir tal cosa), KOR tuvo escaso éxito en el mercado español, pues ni la edición (cuadernillos de 48 páginas bastante caros para ser en blanco y negro) ni el dibujo atrajeron al público.
Ciertamente, los primeros capítulos de Izumi Matsumoto tienen un trazo simple que no puede compararse (ni debemos comparar, pues son estilos de épocas distintas) con el preciosismo realista de Masakazu Katsura. Sin embargo, a medida que los capítulos se suceden, Matsumoto va enriqueciendo su estilo, va definiendo a sus personajes y, lo que es más importante, maneja la narración gráfica con una endiablada facilidad que te obliga a seguir leyendo.
La historia que el maestro, hoy retirado debido a una dolencia de espalda, nos cuenta es simple y a la par tremendamente divertida y completa. Kyōsuke Kasuga, nuevo en el instituto, tiene su amor dividido entre la dulce y algo posesiva Hikaru Hiyama y la misteriosa y algo salvaje Madoka Ayukawa. A diferencia de la serie televisiva, en la que era obvio que nuestro protagonista prefería a Madoka, en el manga cada chica tiene su atractivo y hay momentos en los que ni el propio lector sabe a cuál elegiría. Pero este triángulo amoroso, clásico donde los haya, se complica por el hecho de que Kyōsuke (de hecho toda su familia) posee poderes como telekinesis, teleportación, viaje en el tiempo y otros muchos que ni el propio protagonista, debido a su juventud, termina de conocer.
Lo que podía haber sido un divertido romance se convierte además, de la mano de este genio del manga, en una historia de ciencia-ficción, donde nuestro protagonista se hipnotizará a sí mismo con sus poderes para ser el chico ideal (aunque le saldrá mal, claro), intercambiará cuerpos con sus familiares, viajará al futuro y al pasado para resolver sus problemas y, en general, vivirá mil y una complicaciones. Todo ello con un sabor adolescente muy refrescante, que nos recuerda lo que eran aquellos años de dudas e inexperiencia, cuando todo era nuevo, intenso e irrepetible.
La historia, que comenzó a publicarse en Japón hace ya un cuarto de siglo, que se dice pronto, se está editando actualmente en España en 10 tomos bimestrales, de unas 300 páginas cada uno, por un precio bastante razonable: 9,95 €. Una posibilidad estupenda de adentrarse en la historia del manga japonés, pero sobre todo una oportunidad irrepetible de disfrutar con una historia magnífica.
Hola
ResponderEliminarEsto me recuerda Gamma, el hombre de hierro (Tetsujin Ganma)obra de Yasuhito Yamamoto, que en 1995 publicara la editorial Norma hasta el tomo 11. Lamentablemente, no siguió con la publicación, según indican los editores porque no adquiere el éxito pretendido... sin embargo, es una de las mejores historias que he leído en cómic, y creo que sería bastante oportuno volver a hacerlo. De hecho, fue galardonada con el Kodansha Manga award en 1994 (visto en wikipedia). No puedo recomendarla para su lectura porque actualmente no se publica, aunque sí que me han llegado comentarios de que hay intención de relanzarla. En fin, esperemos que así sea. Un saludo.
Hubo muchas series que tuvieron escaso éxito en los 90, en buena medida porque el público del manga aún era muy joven y estaba más interesado en otro tipo de historias, pero también porque los formatos no siempre fueron los más adecuados.
ResponderEliminar¡Esperemos que vuelvan a publicar esta pequeña joya y podamos leerla!
es una noticia excelente!!!
ResponderEliminardesde cuando empeso la publicacion?
espero conseguirla muy pronto
espero llegue en algun momento por Peru ^_^